4.12.08

La tiranía de las parejas



La calle.
Dos perros blancos, uno azul. Uno pasa por encima del otro, pero se detiene antes. Deviene su cabeza en genitales. El perro azul sólo se acompaña de su esencia negra.
La tiranía de la pareja lo deja atrás.
Deviene su soledad en calavera. Futura. Pronta.
Deviene lacio y turbio. Erosiona la arcilla. Su soledad parada.
La pareja avanza en un tablero de ajedrez chino.
Quisiera tener poder diferenciado. Lo peor es que no se desea esa suerte. Declina su cabeza estrellada. La ruta de los pellejos también desearía un deslizarse más prolongado.
La pareja y el perro de alma negra se suben al mismo auto.
Trituran el óvalo ágape.
Después se bajan y piensan que son sólo dos. El perro ahora es negro y tiene el alma azul. Se ha doblado sobre sí mismo.
Sus pasos trazan una tristeza monocromofílica.

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